Iniciando octubre con grandes aprendizajes en la granja, pude sentir el dolor de la muerte de nuestra primera gallina en la granja, que por cierto fue un regalo de una familia a la que ayudé. En el momento me embargaron muchos pensamientos y sentimientos, algo así como empezando una discusión sobre el hecho que sucedió que según yo nunca debió pasar. Después de un rato de shock, me doy cuenta de cómo reaccioné y que todos mis rollos mentales solo me llevaban a una espiral hacia abajo. Decidí dar un paso atrás y aceptar que no aceptaba el hecho y que en ese momento nada se podía hacer para cambiar el suceso. ¿No te resuena familiar una conducta así? Ese discutir y pelear con el hechos, queriéndolos cambiar y echando culpas pero que al final del día nada se puede hacer para cambiar el hecho.

 

En este fluir de la vida espero que nuestros caminos coincidan ya sea por los eventos que hemos organizado el equipo de Tiempo del Corazón especialmente para ti o por otros azares del destino.

 

Enorme abrazo cósmico. Pascal K'in Greub

 

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