"NUESTROS" LUGARES ALTOS-1Pues,
¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar
a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo
de Cristo.
(Gálatas 1:10)
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra
(Colosenses 3:1-2)
Entonces
les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos
delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo
que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
(Lucas 16:15)
¿Sabes como puedes distinguir si algo en tu vida es un ídolo?”
“Por tu forma de luchar por algo cuando te lo quitan”.
Muchas de las cosas por las que luchamos son probablemente ídolos en nuestras vidas. Nos enfadamos cuando algo que adoramos nos lo quitan o cuando tememos que nos lo quiten.
NUESTROS LUGARES ALTOS
Nosotros,
como con el Israel de antaño, tenemos "nuestros" ídolos. Nuestros
ídolos son nuestros lugares altos. Nuestros lugares altos son esas
cosas que deseamos por encima de nuestra consagración a Dios. Nosotros
también hemos ido tras las fornicaciones de los dioses de nuestra
propia creación. Quemamos “Incienso” a la obra de nuestras manos y a
las imaginaciones de nuestras mentes, cuando nos enorgullecemos en
nuestros logros. Cosas como la ciencia, el gobierno, la bolsa, la
religión, las artes, las dietas, el entretenimiento y los deportes,
pueden obrar para nuestro bien, pero pueden convertirse en idolátricos
cuando ponemos nuestra confianza en ellos más que en Dios. Nos hacemos
a nosotros mismos Dios.
Esta fue la
mentira en el jardín del Edén: si pudiéramos haber conocido como Dios
conoce, nos haríamos como Dios. Así, en Adán nos llenamos de
conocimiento, y el conocimiento se convirtió en una maldición para
nosotros. Jugamos a Dios cuando nos gloriamos en nuestras capacidades
para figurar cosas, razonar cosas, entender cosas, inventar cosas, e
imaginar ( y de paso engañarnos creyendo que son revelaciones!!)
incluso logros mayores. Exaltamos aquello que pensamos que sabemos por
encima del conocimiento de Dios y esto nos mantiene a distancia de Dios
y nos estorba para entrar en intimidad con el Padre-Dios, nuestro
Creador. El conocimiento envanecido es la arrogancia del Yo, y el Yo es ese monte alto sobre el que edificamos nuestros altares.
De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén.
Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre,
sin apartarse a la derecha ni a la izquierda.
A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera,
esculturas, e imágenes fundidas.
Y derribaron delante de él los altares de los baales, e hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas encima; despedazó también las imágenes de Asera, las esculturas y estatuas fundidas, y las desmenuzó, y esparció el polvo sobre los sepulcros de los que les habían ofrecido sacrificios.
Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares, y limpió a Judá y a Jerusalén.
Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón y hasta Neftalí, y en los lugares asolados alrededor.
Y
cuando hubo derribado los altares y las imágenes de Asera, y quebrado y
desmenuzado las esculturas, y destruido todos los ídolos por toda la
tierra de Israel, volvió a Jerusalén
(2Crónicas 34:7)
EXTENSIÓN DEL YO
Nuestros
lugares altos son extensiones de nosotros mismos. Nos echamos hacia
atrás como un pintor artista y vemos el lienzo de nuestras obras, y
suspiramos, “Ah! ¡Esto es lo que he hecho!” Nuestras identidades se
rodean de nuestros logros. Queremos ser alguien, marcar nuestra señal,
dejar nuestra huella dactilar en algo importante. La naturaleza de
nuestro hombre viejo de la carne está atraída por la necesidad de
poder, de posición, reconocimiento, posesiones y dominio.
Doblamos
la rodilla ante aquellos que son ricos y famosos, y rechazamos, o por
lo menos, tratamos con aire de superioridad a aquellos que son pobres o
completamente desconocidos. Terriblemente y aún sin reconocerlo a
plenitud nosotros, como Nimrod, hemos peregrinado a nuestra tierra de
Sinar, queriendo edificar una torre, una ciudad, y un nombre para
nosotros. Gen. 11. Los que tienen “Ministerios” y no el verdadero
ministerio de CRISTO, también hacen esto.
- El verdadero ministerio de CRISTO es la medida de JESUCRISTO que ÉL desea derramar a través de un hijo suyo. -
LA INSTITUCIÓN Ó SISTEMA DE "IGLESIA" COMO UNA EXTENSIÓN DEL YO
La
verdadera Iglesia es el cuerpo de creyentes que conocen, anhelan y
hacen la Voluntad del Padre. Adoradores en ESPÍRITU y VERDAD, son
aquellos que dicen lo que DIOS dice, hacen lo que DIOS hace, y SON lo
que DIOS quiere que sean.
Sin
embargo, la trampa de satanás ha sido distorcionar ese nombre de
iglesia, haciendo que el hombre lo convierta en sistemas,
organizaciones, instituciones, edificaciones con muros de concreto y un
sin número de cosas...
En ese orden de ideas, esta institución que
llamamos "iglesia" puede ser una forma tal de extensión de nosotros
mismos. Es una de esas cosas que perseguimos en nuestros corazones
porque la amamos tanto. Esto es lo mismo que decir que amamos las obras
de nuestras manos y las imaginaciones de nuestros corazones, que se
expresan en esa Cosa que llamamos iglesia. Estamos en la iglesia porque
la iglesia está en nosotros. Es una extensión de nosotros. Por tanto,
nos estamos sirviendo a nosotros mismos cuando la servimos.
“¡Venga
ya!”, Dices. “No puede ser que hables en serio. ¿No estás siendo muy
duro y crítico con la iglesia? Amo a mi iglesia. Tengo relaciones de
toda la vida en mi iglesia. Tenemos un coro, buenas predicaciones, las
almas se salvan, el Espíritu Santo se mueve con frecuencia en nuestros
cultos. Los rituales y los símbolos me hacen sentir cerca de Dios.
¿Cómo puedes entonces justificar el hecho de que Dios se manifieste en
la iglesia? ¿Cómo puedes llamar a la iglesia, mala?”.
Los
buenos cristianos van a la iglesia. De hecho, cuanto mas fuertes son en
su fe, es más probable que asistan a la iglesia. Identifican la
“asistencia a la iglesia” con su fe. Su fidelidad a la iglesia es con
frecuencia el criterio de medida de su fidelidad a Cristo. Después de
todo, las "iglesias" incluso pertenecen a los cristianos, al menos en
nombre y percepción.
La presencia de Dios es manifiesta en algunas
de estas iglesias en ocasiones, pero eso no significa que estas Cosas
que llamamos iglesia hayan nacido del Espíritu. Siguen siendo
extensiones idolátricas del Yo.
Dios
a menudo ha bendecido y prosperado a Su pueblo en cautiverio. Dios
bendijo a Israel en numerosas ocasiones incluso aunque ella se hallaba
comprometida con la idolatría. Incluso cuando Él exilió a Judá a
Babilonia, El ordenó que se construyeran casas, que se plantaran
jardines, que comieran del fruto de ellos y que hubiera crecimiento en
las familias. Jer. 29:4-6. Dios incluso pronunció un severo juicio
contra aquellos judíos idólatras que trataban de permanecer en Judá.
Jer. 29:16-18. “Después de que se hayan cumplido setenta años en
Babilonia”, prometió el Señor a Judá, “te visitaré y obraré mi buena
obra hacia vosotros, haciéndoos regresar a esta lugar” Jer. 29:10. Dios
tenía que visitar al pueblo en Babilonia para librarlos de Babilonia.
El Espíritu Santo se ha movido con frecuencia sobre su pueblo para
salvar, sanar, y librarles a través de la historia del sistema de la
iglesia institucionalizada. La reforma protestante, el gran despertar
de 1800, y el avivamiento pentecostal de principios de 1900, son
muestras históricas de cómo Dios buscaba liberar a su pueblo de un
viejo orden, para llevarle a uno nuevo.
Unas
pocas iglesias han experimentado lo que ellas llaman renovación. Dios
está llenando las lámparas de aquellos dispuestos a estar preparados
con suficiente aceite para atravesar la distancia hasta que suene la
última trompeta. Sería un error trágico, sin embargo, tomar la unción
de Dios sobre su pueblo como una aprobación de sus ídolos. Si el
Espíritu Santo se está moviendo en tu iglesia, no está presente para
bendecir tus idolatrías, sino para preparar a un pueblo para Él mismo.
Dios cuida a su pueblo, que resulta estar en cautiverio a la iglesia.
El esta preparando a su esposa. El tiene queentrar a esos lugares ilegítimos que llamamos la iglesia para prepararla de forma que El pueda sacarla de ahí.
EL LUGAR ALTO DE LA IGLESIA - ¿ IDOLATRÍA EN LA "IGLESIA"?
Sustituir
a Jesús por el sistema iglesia es idolatría en enormes proporciones. No
hemos de levantar la iglesia y convertirla en el camino de la salvación. Solamente Jesús es nuestra salvación.
Cuando la gente acusó a Dios y a Moisés de sacarles de Egipto para morir en el desierto, el Señor envió serpientes voraces entre ellos, y las serpientes mordieron a la gente por causa de su murmuración. Muchos israelitas murieron. El pueblo se arrepintió y Dios cedió. Dios le dijo a Moisés que hiciera una serpiente y la pusiera sobre un poste. Todos lo que hubieran sido mordidos, podían vivir tan solo mirando a la serpiente. Num. 21:4-9. Ese debía haber sido el final de la historia. ¡Pero lee 2ª Reyes 18:4! Ezequías había sido hecho Rey de Judá, y la Biblia dice que el hizo lo que era recto a los ojos del Señor. “Quitó los lugares altos, quebró las imágenes y cortó los símbolos de Asera e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés: porque hasta entonces, le quemaban incienso los
hijos de Israel.” Tomaron una obra, un diseño de Dios, y la
convirtieron en un ídolo. En este mismo espíritu de idolatría, la gente
ha convertido el mover de
Dios en las denominaciones que ha terminado adorando mas tarde. (Se
estarán hoy día tomando los -diseños de DIOS- y se estarán convirtiendo
en ídolos?, qué tal las tendencias musicales? ¿qué tal con la nueva ola
distorcionada de apostolado y profecía?
Lo que hoy llamamos la iglesia es un sistema idolátrico de tradiciones de hombres que es prostitución espiritual. La iglesia es lo que hacemos en adición a lo que Cristo nos ha hecho ser en Él. Si lo que llamamos iglesia puede ser legalizado, unido, nombrado y referido como “esa”, y nos puede ser quitado, entonces no es lo real. La verdadera ekklesia es un cuerpo colectivo de personas que han nacido en ella. Solo han tomado el nombre de Jesús porque están en relación con Él. Esa relación no les puede ser quitada.
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo,
para seguir un evangelio diferente.
No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio
diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
Como antes hemos dicho, también ahora lo repito:
Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
(Gálatas 1:6-9)
Si
la Institución-iglesia no es la cosa real, entonces es algo
falsificado. El problema con las falsificaciones es que aparentan ser
muy semejantes a lo real. La iglesia, como algo falsificado, se presenta y se percibe como lo real. Y aunque sea extraño, sin embargo no se asemeja remotamente a lo real. No obstante, hemos sido engañados en creer que lo es.
Muchos queman el incienso de la adoración del yo a todo lo que se asocie con este sistema que llamamos iglesia. Han hecho ídolos de sus doctrinas, formas de gobierno, herencias, programas, rituales, liturgias, edificios, cultos del Domingo por la mañana, asistencia a la iglesia, presupuestos, personalidades, la Escuela Dominical, las reuniones de jóvenes, los grupos misioneros, las reuniones de hombres, las ventas anuales, y las actividades—todo ello asociado con la iglesia.
Retozan alrededor de sus logros colectivos: sus cementerios, denominaciones, escuelas bíblicas, residencias de la tercera edad, hogares de niños, hospitales, misiones y ministerios de la cárcel. Puede que algunos de ellos sean genuinos ministerios y causas dignas puestas por Dios, pero se han vuelto idolátricos cuando los operamos para darnos un buen aspecto y hacernos sentir piadosos. Mucha actividad no es piedad. Estas instituciones, con frecuencia giran más alrededor de quienes las operan, que alrededor de aquellos a quienes pretenden servir.
Muchas de estas Cosas de iglesia fueron originalmente comenzadas para satisfacer las necesidades de la gente, pero pronto se convirtieron en un fin en sí mismas. Muchas de las instituciones se han vuelto orientadas hacia el beneficio, en lugar de hacia el servicio. Jesús dijo: “El sabbath fue hecho para el hombre, y no el hombre para el Sabbath”. Marcos 2:27. Hemos reservado ese dicho. Ahora bien, es como si existiésemos por causa de la iglesia y no la iglesia para nosotros.
¿Dónde permanece DIOS?
Porque
así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre
es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado
y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y
para vivificar el corazón de los quebrantados.
(Isaías 57:15)
Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
(Mateo 18:20)
Para muchos corazones engañados, su iglesia es su plan de salvación, y tenemos tantos planes de salvación como iglesias. Enfatizamos la necesidad de membresía de iglesia y asistencia regular a la iglesia, y a través de ellos comunicamos el mensaje sutil de que somos salvos a través de estas Cosas. Se nos considera no sujetos a la Escritura si no vamos a la iglesia.
Muchas iglesias asocian el bautismo en agua con la membresía de su iglesia. Algunas denominaciones (sectas) predican que estás perdido a menos que seas un miembro de su iglesia. Para algunos, ser aceptados en su redil involucra una adhesión a su rígida doctrina. “Tenemos la sana doctrina. Tienes que estar de acuerdo con nosotros y bautizarte en nuestra iglesia, y serás salvo.” Absolutamente ridículo. ¿No es Jesús nuestro Salvador?
Hemos levantado sepulcros para nosotros mismos y nos hemos convertido en nuestros propios cadáveres dentro de ellos. Nos hemos sepultado en una grandeza que hemos buscado para nosotros mismos. No hay vida en estos sepulcros ni la puede haber jamás. No hay esperanza de vida de resurrección dentro de ellos porque existen para proveer algo para el Yo. La vida de Resurrección viene a través de la negación de uno mismo, y no a aquellos que buscan salvarse a sí mismos.
NUESTRA IDOLATRÍA ES PROSTITUCIÓN ESPIRITUAL
Cuando la novia se prostituye, se convierte en una junto con la ramera, y distinguir a la novia de sus prostituciones se hace difícil. Si te prostituyes, te conviertes en ramera. El apóstol Pablo escribió:
“¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella?
Porque dice: Los dos serán una sola carne Pero el que se une al Señor, un espíritu es con Él. “ 1ª Cor. 6:15-17.
Pablo estaba escribiendo a los creyentes corintios, que eran, junto con todos los santos en todos los lugares y en todos los tiempos, la novia de Cristo. Una novia es femenina en género. Una ramera es femenina en género. No pretendo ningún menosprecio hacia alguien que esté sexualmente roto, pero cuando la novia de Cristo se une a la prostitución del Yo, opera en el espíritu perverso del lesbianismo espiritual y en la práctica del sexo con el yo. Nos llenamos de “ambición con nosotros mismos” más que con nuestra relación sacrificial con nuestro novio, el Señor Jesucristo. Él está celoso de eso.
FORTALEZAS DE LA MENTE
porque las armas de nuestra milicia no son carnales,
sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios,
y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
(2 Corintios 10:4-6)
Estas idolatrías del Yo son fortalezas de la mente. Una fortaleza espiritual es la preocupación por un objeto, una persona, o una institución, con ira o temor; con un fetiche, una adicción o un pecado. Una fortaleza espiritual es cualquier cosa que nos fascine, domine nuestras mentes, y nos haga comportarnos obsesiva y compulsivamente. Estas son cosas que gobiernan sobre nosotros. Aparentamos no tener ninguna fuerza para hacer algo con respecto de las mismas. Y sin embargo, no podemos negar que estas cosas son dañinas a nosotros o a otros.
Una
fortaleza espiritual puede también ser la parrilla de salida por la que
vemos cosas. La institución ó sistema de "iglesia" es una de tales fortalezas de la mente. Nos han lavado el cerebro para llegar a creer que la iglesia, tal y como la conocemos y practicamos, es lo que deberíamos hacer. Jamás hemos conocido otra cosa que la iglesia tal y como la practicamos. Así que cuando digo que la iglesia es un ídolo y una fortaleza en tu mente, puede que te sea muy difícil creerlo.
No puedes verlo. Incluso si lo vieras, te cuesta trabajo aceptarlo por causa de tu mente o forma de pensar. Sin embargo, una vez que ves el engaño, recibes la verdad y comienzas a caminar en la luz, comienzas a notar como cambia tu mente. La fortaleza está siendo derribada.
Sacar
a la novia de Cristo de la iglesia no es una tarea fácil porque el
sistema de "iglesia" es una fortaleza en su mente. Dios tiene que sacar a la iglesia de nosotros, y también tiene que sacarnos a nosotros de ella. Lenguaje extraño, ¿cierto? Porque a la par que Dios trata de sacarnos de la iglesia, nosotros estamos tratando de meter gente en ella. Si tratamos de abandonar la fortaleza de la iglesia antes de que haya sido sacada de nosotros, simplemente regresaremos a ella.
SION Y LA ESPOSA DE CRISTO Vs. BABILONIA Y EL SISTEMA INSTITUCIONALIZADO DE "IGLESIA"Sión se refiere al genuino cuerpo de Cristo, la esposa, la ekklesia; Babilonia
se refiere al falso sistema de iglesia de las tradiciones de los
hombres y religiones. (Ekklesia es la palabra griega en el Nuevo
Testamento que ha sido mal traducida como “iglesia” –church en inglés-
en la mayoría de las versiones inglesas, y que literalmente significa
“los llamados fuera”).
Sión es un pueblo—el pueblo de Dios; Babilonia es una Cosa- instituciones de iglesia y sistemas de hombres.
Sión es un organismo vivo; Babilonia se caracteriza por instituciones y sistemas organizados ó no.
Sión consiste en un pueblo que ha nacido en ella. Babilonia consiste en un pueblo que se ha unido a ella, o han sido escogidos para ella.
Sión es un pueblo que es llamado por el nombre de Jesús. Babilonia
es un pueblo que es llamado por muchos nombres diferentes que
representan divisiones dentro de este sistema de iglesia babilónico:
bautista, católico, carismático, episcopal, luterano, metodista,
presbiteriano, pentecostal, y todos los demás.
Sión está centrado en Jesús. Babilonia está centrada en sí misma.
Sión vive por el Espíritu. Babilonia vive para la carne - la extensión del yo -.
Sión es celestial, Babilonia es terrenal.
Sión es gracia; Babilonia es ley (humana, tradiciones de hombres para hombres).
Sión es vida; Babilonia es muerte.
Sión es ser; Babilonia es hacer.
Sión es descanso; Babilonia es obras.
Sión es luz; Babilonia es oscuridad.
Sión es humildad; Babilonia está llena de orgullo, arrogancia, y altivez.
Sión es libertad en Cristo, Babilonia es cautiverio de la carne.
Sión es el Reino de Dios. Babilonia es y son los reinos de los hombres.
Sión tiene a Jesucristo como su cabeza; Babilonia ha elegido o nombrado a hombres como sus cabezas.
Sión es un pueblo guiado por el Espíritu. Babilonia es guiada por reglas y normas hechas por los hombres.
Sión es sensible al Espíritu, Babilonia agrada al hombre.
Sión es obediente al Espíritu Santo. Babilonia es trabajo duro de "iglesia".
Sión logra sus cosas en el poder del Espíritu Santo (Zac. 4:6); Babilonia intenta lograr cosas en su propia fuerza.
Sión tiene su autoridad en la Palabra de Dios; Babilonia pone su autoridad en doctrinas hechas por hombres.
Sión es un cuerpo en Cristo Jesús como Señor; Babilonia
es sectaria y divisiva, consistiendo en muchas divisiones de personas,
apoya los grupos , "roscas", hace acepción de personas si alguien
piensa diferente, expulsa, quita membresía.
Sión adora en espíritu y en verdad; Babilonia
programa la "adoración", "la alabanza" y se identifica con ritmos y
estilos paganos ó "proféticos", ó los mezcla, o los defiende por encima
de lo verdadero. Idolatra los diseños.
Sión predica a Cristo y a El crucificado. Babilonia
proclama y exalta denominaciones, doctrinas, herencias, tradiciones,
credos, posturas personales y opiniones, convierte en doctrina
vivencias y prácticas que no son Palabra de DIOS; cree que la unidad es
la uniformidad la cual demanda que todos tienen que vestir, hablar, y
caminar igual.
Sión es el sacerdocio de todos los creyentes; Babilonia es el sistema del clero. El clero son aquellos que quieren diferenciar entre ellos y los demás.
Sión responde a Dios como la autoridad suprema. Babilonia responde a los hombres y a sus instituciones como la autoridad.
Sión obtiene revelación. Babilonia depende de la imaginación.
Sión conforma al pueblo a la imagen de Jesús. Babilonia conforma al pueblo a su propia imagen.
Sión disminuye para que Cristo crezca. Babilonia
crece para sí en poder, posición, riquezas y dominio, institucionaliza,
estandariza, que todos piensen y digan como ella quiere.
Sión calcula el costo; Babilonia cuenta el dinero.
Sión pone su vida; Babilonia se preserva y se protege.
Sión vive en la Justicia de DIOS; Babilonia expresa su iniquidad.
Sión da muerte al yo, entrega. Babilonia conquista, piensa y vive en lo terrenal.
Sión retiene el nombre de DIOS, el testimonio de CRISTO, la Palabra de DIOS; Babilonia decreta su voluntad.
Sión espera en Dios para producir lo que Él quiera en Su tiempo; Babilonia hace esquemas, organiza y promociona ejecutar su propio plan a su manera y en su tiempo.
Sión busca al Señor de todo corazón para ser consumida por Él; Babilonia va tras cosas y personas para poseerlos.
Sión es la ciudad de Dios; Babilonia busca construir una ciudad, una torre, y un nombre par sí. Gen. 11:4.
Sión sueña con JESÚS; Babilonia tiene visiones de gobierno, poder humanos y dominio sobre la tierra y los demás.
Sión anhela reunirse con Jesús; Babilonia busca con pasión reunir personas para sí.
JESÚS es el TODO en TODOS (los suyos!!).
Dios te siga bendiciendo,
minluznaciones.
Bajo la Cobertura de JESUCRISTO.
Bogotá - Colombia
Bibliografía:
-
BIBLIA Reina Valera 1960. El Sistema de la Iglesia Ramera. Lugares Altos.
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