ENFÓCATE EN CRISTO -2
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en
él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
(Juan 15-15)
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará
(Marcos 8:35)
“puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe”
(Hebreos 12:2)
A Jehová he puesto siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra, no seré conmovido
(Salmos 16:8)
Lo mejor es que dediquemos nuestro tiempo y energías no tanto en intentar conseguir
cosas de Dios o en llegar a acuerdos unos con otros respecto de nuestras doctrinas o
edificar grandes congregaciones y los edificios más grandes; sino en buscar el rostro
de nuestro Esposo.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (Colosenses 3:1-2).
Ella (La Esposa) se ha preparado. Ese es el tema. Aunque no yo, sino Cristo que vive en mí!! ***
El evangelio ha sido retorcido y pervertido para ajustarse a los moldes y religiones—de una forma tan única que los
hombres confunden a Cristo con sus sistemas y añaden convertidos a ellos en lugar de a Él.”
“Pero la verdad del evangelio es ésta: que Yo, el Señor Dios de Israel, vine en carne humana, cumplí la Ley y los Profetas,
derramé Mi sangre de justicia, Me levanté de la tumba, ascendí a los cielos donde ahora Me siento a la diestra de Dios el
Padre, y desde dónde intercedo por los santos y por la fe, reúno para Mí mismo Mi propia asamblea de santos. Se reúnen
en Mí. Son mi asamblea general de los primogénitos. Les he dado a luz por Mi Espíritu. Les guío por Mi Espíritu. Son uno
en la fe, la esperanza y el amor. Están por todos lados y Me adoran en espíritu y en verdad. Me sirven en obediencia
dónde están, con todo lo que son en Mí. Y nada de esto tiene nada que ver con esa Cosa que los hombres llaman iglesia.
Ellos,
los crucificados son Mi cuerpo, Mi templo, Mis santos, real sacerdocio,
nación santa. Están por encima del institucionalismo—más allá de
doctrinas, credos y rituales. No son religiosos. Son santificados.”
Una fiera batalla ha comenzado en los lugares celestiales. Todo el infierno se ha soltado para destruir a Mis siervos si
pudieran, pero no pueden ni siquiera tocarlos porque están muertos y escondidos en Mí. Por eso el temor es tan
apremiante. Es real. No obstante, Mis siervos de hecho me seguirán dondequiera que Yo vaya a cualquier precio para sus
vidas.
Los espíritus que gobiernan "las iglesias", los sistemas y el pueblo bajo ellos gobiernan a través de espíritus de temor, y de
intimidación. Cooperando con ellos están los espíritus de la tradición, el dogmatismo, el sectarismo, la doctrina, el
sentimentalismo, el denominacionalismo; los espíritus de guerra son la confusión, el odio, la división, la tendencia a la
división, la amargura, y cosas semejantes. Estas cosas se aferran a los hombres y son fortalezas en las mentes de los
hombres. Pero en la raíz de todas ellas están los despreciables espíritus de religión.
Para que los hombres salgan de allí, primero tienen que entender estas cosas. Después tendrán que arrepentirse de ellas y
venir a Mí con corazón puro.
Les libraré. Les separaré y limpiaré sus corazones corrompidos. Les revestiré en
disposición y les prepararé para el banquete en Mi mesa. Les alimentaré con el buen forraje de Mi palabra en lugar de las
ramas secas de las mentes de los hombres, difíciles de digerir. ¿Quién podrá digerir el intelecto humano? ¿Quién podrá
tragarse sus mentiras y engaños? La respuesta es todo el mundo. Porque el hombre es necio y carente de conocimiento.
Pero el que tiene Mi Espíritu tendrá hambre y sed de Mí, y Yo le revelaré Mi naturaleza. Vendrá a Mí y cenaré con él y él
conmigo. Ése es el que podrá salir de la ramera. La ramera es el Yo—cualquier cosa para el Yo. Te prostituyes cuando tu corazón se va detrás de cualquier sustituto de
Jesús.”
“Hijo Mío, recuerda esto, y guarda tu corazón. Vacíate del Yo. Permanece humilde, quebrantado, vacío delante de Mí. Yo
te llenaré. Seré tu gozo, tu satisfacción, tu todo.”
“Cuidado con la ramera. Está por todas partes—en cada ventana, puerta, esquina de la calle. Está en la voz de todo el que
habla. Se jacta, se enorgullece, engaña, adula y seduce. ¡Cuidado! ¡Cuidado!
“La ramera es el regazo de todo hombre. Se levanta y dice, ‘Quiero esto o eso, o quiero hacer esto o eso, o quiero ser
esto o aquello’. En todo momento y en todas las cosas busca algo para ella. ¿No puedes verla en la iglesia? ¿No puedes
verla en el ministerio? ¿No puedes verla en los comités y juntas, en lugares de alto "liderazgo"? ¿No puedes verla en los
bancos? ¿No puedes verla en el coro? Por todas partes levanta sus faldas para danzar su propio baile al ritmo que ella
misma ha escrito de su propia invención. Y cuando ha terminado, hace sus reverencias y recibe sus reconocimientos, su
aplauso, sus placas y trofeos; decora sus paredes con ellos. Es la ramera, la falsificación de Mi esposa, que simplemente
se halla escondida en Mí.”**
“¿No
puedes ver, hijo Mío, como la mente carnal ha preparado su propio plan
con todas sus tradiciones y lo ha etiquetado como iglesia? A lo largo
de las generaciones, los hombres han pensado que esto era Mío y para
Mí, pero no es así. Esta es la ramera, la mujer que se sienta sobre
muchas aguas, que pretende lealtad a Mí, pero es viuda. No es mi
Esposa. Su engaño es tremendo. Ha conseguido para sí riquezas de este
mundo. Se ha rodeado de edificios preciosos y los llama templos y
catedrales, sinagogas e iglesias. Se ha vestido de ropajes reales que
ha tejido con sus propias manos. El lino que Yo doy es justicia, que ha
sido comprada por Mi sangre. Ella ha acumulado grandes riquezas con
cuentas bancarias e inversiones y ha hecho que los hombres se aten a
ella por medio de estas cosas. Ella ha adquirido estas cosas por la
sangre de los mártires.”
"... Ven conmigo, pueblo Mío. Déjame mostrarte Mi corazón. Déjame mostrarte como Yo
soy la Presencia en medio de vosotros:
Yo estaba con vosotros en Egipto cuando vi vuestra desesperación. Me encontré con
Mi siervo Moisés en el monte Horeb y le comisioné a ir y decir al Faraón: “deja ir a Mi
pueblo.” Yo estaba con él y con su hermano Aarón. Yo era el poder en la vara que
transformó el agua en sangre y envió ranas y piojos y moscas. Yo era el poder que
enfermó al ganado y envió los furúnculos y el granizo, las langostas y las tinieblas. Yo
era el ángel de la muerte y el Cordero de la Pascua y la sangre en los dinteles de
vuestras puertas. Yo era el pan sin levadura y la nube de día y el pilar de fuego de
noche (Éxodo 31:3).
Yo era la Presencia que dividía las aguas del Mar Rojo para que pudierais pasar sobre
tierra seca. Yo era la Presencia que dejaba que vuestros enemigos se ahogaran para
que pudierais ver Mi salvación y Mi liberación, porque Yo el Señor vuestro Dios, lucho
vuestras batallas por vosotros (Éxodo 14:13-14).
A pesar de vuestras murmuraciones y quejas, Yo era el desierto por el que fuisteis
forzados a pasar. Yo era el árbol que Moisés arrojó a las aguas amargas en Mara y
que las endulzó para que pudierais beber, Yo era el agua (Éxodo 15:22-25);
(Apocalipsis 22:2). Yo era el pan, el maná que descendió del cielo para sosteneros
todos los días de vuestro viaje por el desierto (Éxodo 16; Juan 6:5758).
Yo era la roca
de Masá y Meriba, dónde el agua salió de la roca para que pudieseis beber y no tener
sed (Éxodo 17:17,
1ª Cor. 10:4).
Yo era la Presencia en el Monte Sinaí, dónde di Mi ley a Mi siervo Moisés para que
todos pudierais conocerme y conocer también Mi corazón, para que Yo pudiera crear
barreras para salvaguardaros tan solo obedeciendo a Mis palabras (Éxodo 20).
Tuvisteis miedo de Mi presencia—el trueno, el relámpago, la trompeta y la montaña
humeante. Temblasteis y os alejasteis de Mí. Queríais que Moisés hablara conmigo en
lugar de escuchar Mi voz vosotros mismos. Pensasteis en vuestro corazón que si
escuchabais Mi voz, moriríais ciertamente (Éxodo 20:1819).
Os hablé por medio de Mi
siervo Moisés para que pudierais conocer Mi corazón y anhelar en vuestro corazón
confiar en Mí y obedecerme.
Os di la porción de Mis fiestas y de Mi Tabernáculo. Os suplí en lo natural; para que
por medio de eso pudierais experimentar Mi presencia en lo sobrenatural...
El Tabernáculo está caído. Yo reedificaré sus ruinas y las levantaré, para que el resto de la humanidad
pueda buscarme (Hechos 15:16-17).
Mi gloria volverá a Mi templo por tercera vez. Yo vendré a vosotros, el templo de Mi
Espíritu Santo. Vendré a Mis hijos e hijas glorificados. Mi presencia es Mi gloria, Mi
Espíritu.*
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros...
(Santiago 4:8)
"Es sólo Jesús quien puede evitar que la gente se pierda. Ve a decirle esto a mis hijos:
Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. Nadie puede venir a mí, que no sea a través de
él”.
Ven a mí, y lleva todas tus necesidades y deseos
hacia a Mí, porque quiero cuidar de ti. Esa es una promesa que está en
mi Palabra, ¿te acuerdas? (Filipenses 4:6-7: "Por nada estéis afanosos,
sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración
y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en
Cristo Jesús)
"Bebe de Mí, hija, bebe el agua de la Fuente de la Vida, porque es bueno para usted. Yo soy
el Agua de la Vida. Bebe para que Yo pueda llenarte y convertir todo de ti."
Yo hago promesas a mis hijos que todos conocen, tengo dolor y desilusiones porque
mis hijos no creen en mis promesas. Lo que más me duele es el hecho de que mis hijos me
desobedecen. Hacen sufrir mi Espíritu, dudan de mí, a pesar de que los amo inmensamente.
A pesar de todo, amo mucho a cada uno de mis hijos, pero rechazan mi amor. Día tras día
se aflige mi Espíritu, y luego ustedes siguen con sus vidas como si no significara nada.
Mi dolor más grande es que ellos me rechazan. Ellos no pueden comprender mi amor por
ellos. Pero tú, tú entiendes algo de mi corazón. Es posible que usted pueda comprender mi
dolor y pena. Ya sabes de mi profundo dolor, porque tu corazón también llega a la gente. Por
lo tanto puedo compartir los secretos de mi corazón contigo.
Sólo aquellos que se acercan a mí con un corazón puro podrán disfrutar de ese privilegio.
Detesto un corazón orgulloso y altivo. Mi deseo es que mis hijos e
hijas tengan, manos limpias y un corazón puro. (Salmo 24: 4). Yo sabré
si aprecian el amor celestial puro en su corazón, o si es falso amor
que proviene de los celos. Lo sé todo.
La novia un día se vestirá con los siete espíritus de Dios, la plenitud del Espíritu
Santo.
Quiero verte reír de nuevo y devolverte la felicidad robada. Usted debe ser feliz, cantando y
bailando delante de mí, querida hija.
Mi amor es para todos, pero muchos de mis niños lo rechazan y eso me duele
profundamente.
¿Cómo es posible que haya gente que no te amé? ¿Cómo pueden ellos no querer disfrutar de
su innumerable amor? Yo no lo entiendo. Y dijo:
Es porque ellos no me conocen, mi querida hija.
Durante un tiempo estuvo tranquilo y luego continuó:
Simplemente sigue amándome con la honestidad y sinceridad de corazón, como un niño.
¿Recuerdas que te dije esto hace mucho tiempo? Confía en mí con sencillez de corazón, al
igual que un niño inocente. Eso es todo lo que deseo de ti.
Ya llega la hora!, el tiempo señalado por el Padre, ENFOCATE EXCLUSIVAMENTE EN CRISTO. NO HAY OTRA SALIDA!
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
(Mateo 14:28-31)
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
(Mateo 22:37)
Dediquémonos a CRISTO, no a las actividades
institucionales ni programas. Nuestra devoción es Cristo, no obras
humanas. La meta es Cristo no lo que es del mundo. Pongamos las mirada
en las cosas de arriba, no en las de la tierra, es Su orden, es Su
voluntad.
QUE SIGA EL SEÑOR JESUCRISTO EDIFICÁNDONOS, PERFECCIONANDONOS EN SU VERDAD Y AMOR!
Dios te siga bendiciendo,
minluznaciones.
Bajo la Cobertura de JESUCRISTO.
Bogotá - Colombia
Bibliografía:
- BIBLIA Reina Valera 1960. (***,**,*)El sistema de la Iglesia Ramera,
Los Crucificados, Su presencia en medio de Ti.. Charles Newbold Jr.
Secretos revelados del Cielo. Hephzibah Maritz.
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