Bases para el estudio y la transformación de uno mismo.
Casi todo lo que el ser humano hace habitualmente está volcado hacia el exterior; la actividad ha absorbido la casi totalidad de su vida. El tiempo consagrado a volvernos hacia nosotros mismos, hacia lo interior, hacia la Fuente, es ínfimo en comparación.
Sin embargo, y aunque quizás inconscientemente, lo que la mayoría de las personas anhela es mantenerse presente, en calma y conectada consigo misma más allá de lo que acontece alrededor, re-descubrir la pasión por la vida, la creatividad en lo cotidiano, la claridad y la energía para poder lidiar así con las emociones diarias.
La Enseñanza de Gurdjieff, que incluye Danzas Sagradas, es una invitación a preguntarnos cuál es nuestro lugar y nuestro cometido en la Tierra. ¿Cómo podemos experimentar la vida con intensidad, acoplándonos a su movimiento, tratando de seguirlo, deseando estar en el proceso vital instante a instante? ¿Es posible entrar en contacto con una visión más elevada de nosotros mismos, de otras personas y del mundo, bajo una influencia superior, más objetiva?
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